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Los trabajadores migrantes de Estados Unidos tienen miedo de ir a trabajar, pero no pueden quedarse en casa

 

ICE, en su afán de cumplir con el objetivo del presidente Donald Trump de aumentar las deportaciones, ha apuntado cada vez más en semanas recientes a los lugares de trabajo para realizar redadas migratorias. 

 

Este aumento está provocando un efecto escalofriante en las empresas que dependen de mano de obra inmigrante y en los propios trabajadores, algunos de los cuales se quedan en casa por miedo.

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Los sectores de agricultura, construcción, salud y hotelería de EE.UU. funcionan gracias a los trabajadores inmigrantes, tanto legales como indocumentados.

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“Las recientes redadas de inmigración en empresas en todo el país están creando serios desafíos para las economías locales, comunidades e industrias que dependen de la mano de obra inmigrante para operar y prosperar”, dijo Rebecca Shi, directora ejecutiva de la American Business Immigration Coalition, un grupo que representa a empleadores con inmigrantes.

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Los inmigrantes indocumentados constituyen del 4 % al 5 % de la fuerza laboral total de EE.UU., pero entre el 15 % y el 20 % o más en industrias como la producción agrícola, el procesamiento de alimentos y la construcción, según Goldman Sachs.

 

Migrantes sujetos a ser expulsados de Estados Unidos en virtud a la controvertida Ley de Enemigos Extranjeros tienen alrededor de 12 horas para decidir si quieren impugnar su deportación, de acuerdo con documentos judiciales desclasificados el jueves.

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Según el gobierno, el plazo se apega a la decisión de la Corte Suprema que le otorga a este tipo de detenidos un tiempo "razonable" para presentar una apelación. Sin embargo, abogados de las personas sujetas a deportación afirman que es muy poco tiempo.

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“Este es un giro drástico en estos casos”, dijo Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) que representa a los migrantes. "No están proporcionando ningún tipo de información sobre cómo deberían hacerlo, cuánto tiempo tendrían para hacerlo, y 12 horas claramente no son suficientes para que puedan ponerse en contacto con un abogado y decidir qué quieren hacer y cómo deberían hacerlo”.

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Al amparo de la ley de tiempos de guerra del Siglo XVIII, el gobierno ha enviado a venezolanos acusados de pertenecer a la pandilla del Tren de Aragua hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador.

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Un funcionario del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus iniciales en inglés), señaló en documentos judiciales que los detenidos son considerados como sujetos a deportación si no informan que quieren impugnar su expulsión del país dentro de las primeras 12 horas después de recibir un formulario sobre sus derechos legales. Posteriormente, tienen 24 horas para presentar documentos ante el tribunal.

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El formulario únicamente está disponible en inglés, aunque ICE aseguró que se les lee a las personas en un idioma que entienden. En el documento se les informa que pueden hacer una llamada telefónica, pero no dice explícitamente que pueden impugnar su deportación.

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El gobierno quería presentar el documento bajo precinto, argumentando que contenía información delicada en materia de seguridad, pero un juez ordenó que se hiciera público. La ACLU afirma que el período de tiempo viola la orden de la Corte Suprema en la que se le permitió al gobierno del presidente Donald Trump continuar con las deportaciones al amparo de la Ley de Enemigos Extranjeros.

 

El máximo tribunal, sin embargo, requirió que el gobierno le diera “tiempo razonable” a los detenidos para presentar ante un juez sus argumentos de por qué no deberían ser deportados.

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La orden de la Corte Suprema ha conducido a varias demandas en todo el país —incluida una en Texas— sobre la invocación de la ley, la cual sólo se ha utilizado tres veces en la historia de Estados Unidos, la más reciente durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, asegura la ACLU, a quienes eran sospechosos de ser nazis se les otorgaban 30 días para impugnar su designación en la corte.

CNN

Semirremolques

Entra en vigor orden de Trump que obliga a camioneros a hablar inglés

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Te explicamos todo lo que debes saber sobre la orden ejecutiva del gobierno de Trump y qué cambia a partir de ahora para los camioneros en EEUU.

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Este miércoles 25 de junio entra en vigor la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que obliga a los camioneros de Estados Unidos a hablar inglés, o de lo contrario serán considerados no aptos para prestar servicio.

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El secretario de Transporte del gobierno de Trump, Sean Duffy, fue claro en advertir que “un conductor que no pueda entender inglés no conducirá un vehículo comercial en este país. Punto”.

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¿Pero qué cambiará a partir de ahora y cómo se pondrá en marcha esta orden ejecutiva?. Te explicamos a continuación

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¿En qué consiste la orden de Trump?

El decreto exige al Departamento de Transporte que incluya una prueba de inglés para los conductores de camiones en el país.

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Los procedimientos actualizados del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) exigen inspecciones más rigurosas para determinar si los operadores de vehículos comerciales pueden responder preguntas e instrucciones en inglés, así como comprender las señales de tráfico y los tableros de mensajes electrónicos.

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La orden ejecutiva recuerda que la ley federal exige que, para operar un vehículo comercial, el conductor debe "leer y hablar inglés lo suficiente como para conversar con el público en general, comprender las señales de tráfico en inglés, responder a las solicitudes oficiales y realizar anotaciones en informes y registros".

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Sin embargo, según el documento firmado, este requisito no se ha aplicado en años y las carreteras estadounidenses se han vuelto "menos seguras".

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La orden busca que se respete dicha normativa y conseguir que cualquier persona al volante de un vehículo comercial "esté debidamente calificado y sea competente en el idioma nacional".

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En resumen, ¿qué es lo que cambia?

  • Un oficial puede parar a un camión por cualquier falla

  • Si sospecha que el conductor no entiende inglés, puede iniciar una evaluación

  • Ya no se permiten traductores ni teléfonos

  • Si no aprueban la evaluación, el camionero queda fuera de servicio y sin sueldo

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¿Cómo funcionará específicamente?

La guía indica a los inspectores que sospechen que un conductor no entiende lo que le dicen que realicen una prueba de dominio del inglés, que incluye una entrevista y un componente de reconocimiento de señales de tráfico.

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Anteriormente, algunos conductores utilizaban apps de traducción para comunicarse con los inspectores federales. La política actualizada prohíbe el uso de intérpretes, teléfonos inteligentes, tarjetas de referencia y otros recursos de ayuda durante las entrevistas.

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No está claro cómo los inspectores de seguridad decidirán si un conductor sabe suficiente inglés, ya que esa parte de las instrucciones no está explícita en la guía distribuida por el Departamento de Transporte.

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El organismo informó a los transportistas que los conductores deberían poder responder preguntas sobre los documentos de envío, el origen y el destino de los viajes, y cuánto tiempo han estado en servicio.

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Un camionero que es puesto “fuera de servicio”, así como la empresa para la que trabaja, son responsables de garantizar que se corrija la infracción del idioma antes de que el conductor vuelva a circular por carretera, dijo el Departamento de Transporte.

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¿Qué hacer si te para un policía y no hablas inglés?

La abogada laboral Suhaill Morales explicó lo que deben hacer los camioneros que no dominan bien el inglés en caso de que los detenga un patrullero en la carretera. 

Morales aconsejó a las personas tomarse un momento, tratar de comunicarse lo más básico posible y decir que tienen que hablar con su abogado.

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Para ello, la abogada recomienda tener un abogado previamente seleccionado, al que se pueda llamar en caso de necesitarlo.

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"La regulación dice que deben darle la oportunidad, que ellos enseñen que sí pueden hacerlo, pero no da la guía necesaria para estos oficiales que le den la oportunidad", agregó.

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Este requisito no es nuevo

Exigir a los conductores de camiones que hablen y lean inglés no es nuevo, pero la sanción por no cumplir con el estándar de competencia se ha endurecido.

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Para obtener una licencia de conducir comercial, los solicitantes deben aprobar un examen escrito y ser capaces de nombrar las partes de un autobús o camión en inglés mientras revisan el aire de los neumáticos, la profundidad de la banda de rodadura, las tuercas de las llantas y el refrigerante.

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La política revisada revierte las directrices emitidas hace nueve años, cerca del final del último mandato del entonces presidente Barack Obama, según la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA, por sus siglas en inglés). En 2016, la agencia dijo que los conductores con deficiencias en sus habilidades para el inglés podían recibir una citación para comparecer ante un tribunal, pero no se les podía prohibir trabajar. Antes de eso, la sanción era ser puesto en un “estatus de fuera de servicio”.

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“Tenemos puentes que sufren impactos porque los conductores no entienden las señales sobre la altura máxima”, reportó Todd Spencer, presidente de la Asociación de Conductores Propietarios-Operadores Independientes.​

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Telemundo

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